Todo nuevo producto está sujeto a la copia y cada vez es más corta su vigencia como novedad. Cuando generas algo diferente la pregunta que surge es el tiempo que se mantendrá en el mercado sin ser copiado o, lo que es peor, mejorado. Esto hace necesario que la empresa cuente siempre con una lista de ideas para nuevos productos.
Hay una serie de métodos para generar y alimentar esta lista. Vamos a ver unos cuantos, que no son todos, sino una muestra significativa.
Métodos analítico-funcionales
- Análisis de problemas. Está en la esencia de la creación de nuevos productos. Se trata de ver qué problemas encuentra el usuario cuando usa el tipo de producto para el que queremos crear una nueva propuesta. Nuestro diseño debe resolver estos problemas.
- Lista de atributos. Creado por Robert P. Crawford en 1952, se trata de que, a partir de la lista de atributos o características del tipo de producto, en una primera criba determinar los que consideramos esenciales. Después con la lista reducida, considerar todas las posibles modificaciones de cada atributo, buscando una que suponga una mejora del producto.
- Análisis morfológico. creado en 1969 por Fritz Zwicky, astrónomo del California Institute of Technology (Caltech). A partir de la lista de atributos, se definen todas las posibles variantes de cada uno y se obtiene el conjunto de todas las combinaciones de variantes o “producto morfológico”. Después se estudia cada combinación para ver sus posibilidades.
Métodos por grupos de creatividad
Son aquellos en que, antes que el análisis racional, priman las emociones e intuiciones. Se usa más el hemisferio derecho del cerebro, por así decirlo. Como en todo proceso creativo, el objetivo será unir informaciones de forma imprevisible para producir una combinación nueva, en aras a la diferenciación.
- Brainstorming. Popularizado por Alex F. Osborn en 1953. Como es conocido, su objetivo es proponer ideas de forma desinhibida hasta llegar a una idea original y viable. Sus reglas son: suspender la crítica, ejercer la libertad de pensamiento, generar muchas ideas y obtener un efecto multiplicador, es decir, no solo contribuir con ideas propias sino combinar o mejorar las de los demás.
- Sinéctica. Quizá el método más complejo (que merece un post dedicado). Desarrollado por George M. Prince y William J.J. Gordon en los años 50 del siglo XX mientras trabajaban en la unidad de invenciones de Arthur D. Little, pretendía descubrir los mecanismos de pensamiento de las personas creativas. El proceso sinéctico tiene dos partes: la que vuelve un problema dado en un problema conocido, a partir de su análisis racional y una segunda parte mediante la cual se mira el problema desde nuevos puntos de vista a través de analogías no racionales. La conclusión articula una cosa con la otra.
- Biónica o biomimética. Concepto introducido por Otto Schmitt en los años 50 del pasado siglo. Se basa en que animales, plantas y microbios son ingenieros consumados. La observación de la Naturaleza concluye que ésta ya ha resuelto de la forma más inteligente problemas que se plantean los humanos. La aplicación de soluciones naturales, de los mecanismos de la Naturaleza a problemas humanos, es la solución aportada por esta técnica. Recordemos que el producto es solución a una necesidad (problema) del usuario a quien va dirigido.
- Técnica SCAMPER. Desarrollada por Robert F. Eberle, se basa en la creación de un nuevo producto a partir de otro ya existente. Sobre este se puede aplicar una lista de preguntas orientadas a cambiarlo: al producto se le puede Sustituir, Combinar, Adaptar, Magnificar, Proporcionar otro uso, Eliminar o Reorganizar.
Métodos basados en información del consumidor
Sobre todo en el mercado industrial se ha demostrado que habitualmente el cliente está en el origen de un nuevo producto. Muchas veces una buena descripción del problema por parte del cliente ya aporta la mitad de la solución (producto que necesita). En ciertos casos es una buena opción desarrollar un producto para un cliente importante, siempre que la venta sea repetible a otros clientes o garantice la inversión. Es muy habitual, en productos tecnológicos para la mejora de productos ya existentes.
Ingeniería inversa y reingeniería
La ingeniería inversa es una manera de conocer perfectamente un producto de la competencia para comprender su funcionamiento y mejorarlo (reingeniería). Es una forma legítima de actuación en tanto se respeten las patentes y no se constituya como una mera copia formal.
Conclusiones
Los métodos de creación de nuevos productos vienen de las técnicas generación de ideas estudiadas y desarrolladas por la Psicología, de una parte, pero también de la experiencia empresarial de otra. Por otro lado, existen caminos diferentes: con origen en el cliente y sus problemas o el opuesto, con origen en el producto y sus atributos mejorables; por otro lado existen métodos analíticos frente a métodos intuitivos o “creativos” y también aquellos que se basan en la estrecha colaboración con el cliente, de forma que sea éste el que defina un producto o mejora de producto. Su razón de ser está basada en el necesario dinamismo de la empresa, que constantemente debe innovar para asegurar su supervivencia en el mercado.